sábado, 31 de octubre de 2009

TEMPLO DE ABÚ SIMBEL.

ARQUITECTURA EGIPCIA.

IDENTIFICACIÓN.

Speo de Ramsés II, construido entre 1284 y 1264 a. C., durante el Imperio Nuevo egipcio, que se extiende aproximadamente entre el 1500 y el 750 a. C. Se encuentra en Abú Simbel, en la región de Nubia.

ANÁLISIS FORMAL (O ESTILÍSTICO).

Se trata de un templo speo (excavado totalmente en la roca). Tanto en la fachada como el interior abunda la piedra como material constructivo. Se accede al mismo por un muro en talud en cuyo centro está la puerta de entrada, flanqueada por cuatro colosales estatuas (22 metros de altura) de Ramsés II en postura ritual. A los pies de las figuras del faraón están representados algunos de sus descendientes y sobre dichas figuras aparecen relieves con imágenes de babuinos. Las estatuas de Ramsés II exhiben un estilo hierático, con clara frontalidad y colosalismo están ataviadas con las coronas.

En este edificio los arquitectos egipcios condensaron sus conocimientos técnicos y astronómicos: la fachada estaba orientada hacia el este y tanto el 20 de octubre (época de germinación) como el 20 de febrero (recolección) los rayos del sol entraban unos 60 metros para iluminar las imágenes titulares, que se encontraban en las salas interiores. Había esculturas de Ra, Ptah, Amón y Ramsés (todas, salvo la de Ptah, quedaban iluminadas en esas fechas). En el interior se abre una sala hipóstila y un gran pasillo a lo largo del cual se distribuyen las diversas estancias. A medida que se profundiza las salas decrecen en altura e iluminación, a imitación de los templos al aire libre.

En el templo se advierten el colosalismo de la arquitectura egipcia y su carácter arquitrabado en el interior.

CONTEXTO.

Para la mentalidad egipcia, las obras de gran volumen y masa como esta contribuyen a acentuar el sentido de eternidad. El egipcio está obsesionado por el poder de los dioses y por el más allá, por lo que las obras sobrepasan la escala humana. Es un arte a la medida de los dioses y suscita sentimientos de temor reverente.

Se observa el carácter propagandístico del arte egipcio a favor de la religión y el estado, pues demuestra en este tipo de obras el poder del faraón y de los sacerdotes. La edificación en piedra confiere a los edificios egipcios una sensación de eternidad.






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