sábado, 12 de diciembre de 2009

COLISEO O ANFITEATRO FLAVIO.




ARTE ROMANO.
IDENTIFICACIÓN.
Se trata de una muestra de la arquitectura romana, cuyo autor es desconocido, aunque fue encargado por el emperador Flavio Vespasiano y fue construido entre los años 72 y 80 (s. I). Este anfiteatro está situado en Roma.
ANÁLISIS FORMAL.
La parte de la fachada que se conserva está construida en cuatro niveles levantados sobre un estilóbato o podio, que no se corresponden con los pisos interiores. Los tres primeros niveles están formados por una sucesión de 80 arcos de medio punto, con columnas adosadas que soportan un entablamento puramente decorativo. El cuarto nivel o ático, está formado por un muro con pilastras adosadas y pequeñas ventanas rectangulares. De abajo arriba se superponen los siguientes órdenes: dórico-toscano en el primer piso, jónico en el segundo y corintio en el tercero. El último piso está decorado con lesenas (similares a pilastras) de estilo corintio y 24 mástiles de madera que sostenían un toldo (velarium) que protegía de la lluvia a los espectadores.
La planta elíptica define el espacio de forma concéntrica. En el centro estaba la arena, el lugar donde se llevaba a cabo el espectáculo, y a su alrededor, la cavea, el lugar donde se situaban las graderías en las que se sentaban los 50.000 espectadores que podía albergar.
El acceso al recinto se realizaba a través de los arcos del piso inferior. A partir de aquí, una compleja organización de galerías anulares y radiales coronadas por bóvedas de cañón y de arista permitían la circulación por todo el edificio. Las comunicaciones entre cada nivel se realizaban mediante escaleras y rampas que dan acceso a las gradas a través de unas puertas llamadas vomitorium.
Debajo de la arena, en el subsuelo, se hallaba visible una compleja obra de ladrillos que, además de albergar las distintas dependencias de servicio y las celdas para las fieras, estaba dotada con un sistema impermebealizado de conducción del agua capaz de transformar la arena en una gran piscina para escenificar combates navales (naumaquias).
Los materiales usados en su construcción fueron los bloques de mármol travertino, de gran efecto decorativo, la piedra, el estuco, el ladrillo y el hormigón, matrial de gran resistencia y muy moldeable que permitía edificar obras colosales por su gran consistencia y capacidad para sustentar un enorme peso.
La superposición de órdenes en los diferentes pisos era una sucesión habitual en la época helenística y ya había sido usada en el Teatro Marcello (13 a. C.), siendo un modelo muy copiado posteriormente durante el Renacimiento y el Barroco.
Tanto su sistema de graderías como sus instalaciones en el subsuelo de la arena fueron un modelo prototípico seguido en la construcción de otros anfiteatros, e incluso algunas soluciones han servido de modelo en recintos deportivos modernos, como sucede en los estadios de fútbol.
CONTEXTO.
El Coliseo empezó a ser construido en el 72 d. C., durante el mandato del emperador Flavio Vespasiano (69-79). Fue inaugurado por su sucesor Tito (79-81) en el año 80, aunque no fue terminado hasta el año 82, gracias a la iniciativa de Domiciano (81-96). Terminadas las obras, el Coliseo se conviertió en el anfiteatro más grande jamás construido. El nombre de Coliseo deriva de la "colosal" estatua de 40 metros del emperador Nerón que estaba situada cerca del monumento. Los espectáculos de gladiadores y fieras salvajes eran gratuitos y se disponía a los espectadores según su estatus social. En Roma, los juegos eran una forma de satisfacer y contentar al pueblo: panem et circenses, frase de la época que alude a la concesión gratuita de pan y espectáculos para dicho propósito.
La constucción del Coliseo fue considerada un generoso regalo del emperador al pueblo, que ayudó a potenciar la imagen benefactora de su poder y glorificó su figura semidivina. El emperador, sentado en una tribuna, tenía la facultad de salvar la vida o condenar a los luchadores alzando o bajando el pulgar de su mano.
Durante casi 500 años, en su interior se celebraron infinidad de juegos incluso después de la caída del Imperio romano en el 476. El abandono y dos grandes terremotos provocaron la ruina parcial del monumento, que se convirtió en una magnífica cantera de mármol travertino para construir otros edificios.

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